miércoles, 22 de junio de 2016

PRIMEROS TRABAJOS






 
Después de practicar con la preparación de las planchas, aplicación de barniz,  etc,  llega el momento de la ejecución de un dibujo para someterlo al efecto del ácido, para lo cual hay que escoger un “motivo” y ¡ qué mejor que copiar a un gran artista!.
 
Para ello buscas una obra que en principio no tenga demasiada dificultad y decides que sea un clásico  al que admiras: Rembrandt.
Y ya tienes un modelo: 


Con el mayor cuidado tratas de reproducir todos y cada uno de los trazos del modelo y cuando consideras que está terminado, lo introduces en el  ácido, limpias la plancha del barniz, entintas y lo estampas.


Cuando lo observas, contemplas el siguiente resultado:

                                     

¡ Que ha pasado ¡ .  Pues que evidentemente tú no eres Rembrandt y que  aunque los trazos pueden ser parecidos, no tienen la intensidad, frescura y definición del original y en consecuencia se ha perdido su Arte.
 
La gran decepción significa el final de la intención de grabar ?.  Aunque en un principio piensas que sí, al final decides continuar, con la esperanza de mejorar con tiempo y paciencia.















































  







    








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